El lago de Iseo
El Lago de Iseo, una joya de rara belleza, donde la naturaleza se funde con el arte donando un gran sentido de paz y bienestar.
En sus orillas surgen antiguas y pintorescas aldeas, se encuentran sugestivas reservas naturales y se pueden saborear los típicos platos de pescado local.
Absolutamente aconsejable es dar la vuelta al lago como se prefiere: en bicicleta, coche, moto o barco, para descubrir la belleza del panorama.
Lo que no hay que perderse:
- las Reservas Naturales (Turberas del Sebino, Pirámides de Zone, Valle del Freddo);
- el antiguo camino Valeriano;
- Lovere;
- El Monte Isola;
- El Orridi di Riva di Solto y Castro;
- Sarnico y la Pinacoteca
- Románico en el bajo Sebino;
- Las Termas de la Villa Romana de Predore.